jueves, 2 de diciembre de 2010

Festival Chitic trasciende fronteras

El Festival Chitic ha experimentado importantes cambios desde que inició en Guatemala en el año 2003: amplió su base de organizaciones convocantes, descentralizó su sede de la ciudad capital a otros municipios y motivó a jóvenes en otros países de Centroamérica a crear su propio festival.

Por: Ruth Grégori, Aidé Sánchez y Yinnie Nieto. 

“En un inicio no se llamaba Chitic”, cuenta Samuel Ochoa sobre el primer festival de zanqueros en 2003. “Sammy”, como le llaman todos, recuerda que la idea surgió de una comparsa en la que se dieron cuenta que la mayoría de participantes eran jóvenes en zancos.

Durante su sexta edición anual, en 2008, se tomaron algunas decisiones importantes que cambiarían la naturaleza del Chitic como lo conocían hasta entonces: se convertiría en edición bianual (el próximo sería en 2010), la sede dejaría de ser Guatemala para tener lugar en el lugar de origen del grupo ganador del festival y pasaría de ser convocado por una sola organización, Caja Lúdica, a ser coordinado por jóvenes de varias organizaciones pertenecientes a la Red Guatemalteca de Arte Comunitario.


                                                 VI Festival Chitic, Rabinal 2008.

El entusiasmo por encuentros de este tipo se contagió a jóvenes de organizaciones en Honduras, que tuvieron su primer festival en 2008, bajo el nombre “Jóvenes con altura”, y el segundo en marzo de 2010 al que llamaron “Mesoamérica Megadiversa”.

Allan Méndez, de la organización hondureña Arte Acción, comenta que la motivación surgió del primer contacto que tuvieron las organizaciones de la Red Maraca con el festival Chitic en 2006. “Logramos que uno de los periódicos más amarillistas sacara una foto de un joven zanquero en primera plana”, destaca el joven. Luego del Golpe de Estado que tuvo lugar en ese país el año pasado, el reto del festival fue “unir a la población en una comparsa abierta a todo el mundo”. Y lo lograron: reunieron alrededor de 5,000 personas en el parque Central de Tegucigalpa.



                                      Festival Mesoamérica Megadiversa, Tegicugalpa 2010.


El joven costarricense Olman Briceño comenta que jóvenes de su país también han considerado crear un festival como el Chitic, aún cuando no existan colectivos de zanqueros ahí: “Sí queremos, la cosa es si podemos… (nos interesa) por la energía del evento, es más que un encuentro de zanqueros”.

Aventura Juvenil fue el ganador de la primera sede del festival fuera de Guatemala: Esquipulas. Erwin Salvador, integrante del grupo, participa por primera vez en la preproducción del Chitic: “En lo personal me ha servido, ya que me permite pensar de otra manera y no en cosas de la calle”. El joven de 20 años expresó además sentirse feliz por “participar en un movimiento de arte donde la juventud puede expresarse libremente por medio de una cultura de paz y convivencia sin nada lucro. ’’


                                      Grupo Aventura Juvenil, VII Chitic Esquipulas 2010.

Velvette Farida, de 13 años de edad, participa también por primera vez en la preproducción del Chitic desde una de las organizaciones invitadas de fuera de Esquipulas: Estudios y Proyectos de Esfuerzo Popular de Cuidad Quetzal (EPRODEP). Para ella, esta es una buena manera de agradecer a las personas que le abrieron las puertas en un lugar donde también recibió invitación a sumarse a las maras. “Prefiero expresarme a través del arte que hacerle daño a otras personas”, dice “la china”, quien gusta sobre todo del baile y los zancos.

Para el Chitic 2010, a realizarse entre el 2 y el 5 de diciembre, se espera que 350 zanqueros invadan las calles de Esquipulas en la comparsa que será el principal evento del festival. Los encuentros de zanqueros abordan además diferentes temas de la juventud y la historia de la comunidad anfitriona, además de la realización de talleres artísticos.

En este Chitic de Esquipulas habrá temas de políticas  públicas para sensibilizar a la juventud y sus comunidades dándole herramientas  para que sean líderes  comunitarios no solo desde el arte sino también de lo político.

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