El Barrio de Villa Lobos I z 12, es uno de las sedes del Festival Chitic.
El Festival Chitic, durante
este viernes 5 de diciembre, desplegó arte, educación e intercambio, a través
de diálogos, ventanas de experiencias y talleres de diversos temas, como
tejidos de las Culturas Vivas Comunitarias (CVC), hip hop y fotografía libre. El día inició con un círculo de conexión para concentrar
energías y prepararnos para escuchar y profundizar sobre la Cultura Viva de
nuestros diversos espacios en los que cotidianamente construimos comunidad. Nos
guiaron en este momento las mujeres maya Kaqla, saludamos al sol y su energía
que da calor a la tierra y a nuestros cuerpos, nos conectamos con la luna, el
agua, y finalmente nos conectamos con el aire, quien nos encuentra con nuestros
espíritus y los de nuestros abuelos y abuelas.
La construcción de conocimiento
colectivo y la recuperación de espacios públicos para el arte comunitario, la convivencia, la
ciudadanía y la transformación social desde la cultura son elementos que forman
parte de un hilo que nos entrelaza desde la historia profunda en nuestra
querida América Latina, nos vincula una larga historia de saqueo y violencia
pero al mismo tiempo nos fortalece la diversa memoria colectiva, la naturaleza
y los distintos procesos de cambio que hemos emprendido; al comprender que cada
contexto y andar es distinto, nos hermana y articula la lógica de construir
comunidad desde la confianza, la lúdica y el arte comunitario, señaló la
comunicadora comunitaria, Andrea Ixchíu, para iniciar el conversatorio sobre
las experiencias del movimiento CVC en la región.
Conectando nuestras energías la madre naturaleza.
Para el director del Colectivo Studio 3 de
Guatemala, Ludwing Llamas “estamos
convocados porque buscamos en el arte y la cultura una forma de manifestarnos…
buscamos enriquecer nuestra vida a partir de todas las manifestaciones de vida,
las acciones culturales tienen un trasfondo eminentemente político, ya que cada
día ejercemos nuestra ciudadanía desde los espacios cotidianos”.
Seguidamente, la integrante del
movimiento CVC de Costa Rica, Oriana Ortiz nos habló de su experiencia y de las
oportunidades que se presentan en el trabajo cultural en Costa Rica y como se
busca la activación de la participación ciudadana, por medio de la creación de
políticas públicas desde las comunidades y el fortalecimiento del trabajo en
red local y nacional.
Por su parte, el representante de
la Corporación Cultural Nuestra Gente, de Colombia, Jorge Blandón, hizo que los
participantes se miraran a los ojos, se acariciaran y partió diciendo que, “no
hay mucha diferencia entre los seres y que dentro de cada uno habita una
profunda humanidad… somos seres humanos
los que construimos la cultura… es un masaje con el cual estamos activando los
punto neurálgicos de nuestros cuerpos. La cultura es tan potente que libera el
pensamiento de la humanidad… genera una acción transformadora desde lo
espiritual, es la fuerza que conecta lo divino con lo humano… Ante los
desafíos de la sociedad actual la cultura es fuerte porque rompe fronteras,
conecta pensamientos y sentimientos”.
Ventanas y Talleres formativos integraron vida y trabajo colaborativo.
Medio Mundo
Panamá mostró en su ventana de experiencia los procesos que desarrollan en las
distintas comunidades de Panamá, donde decidieron dar talleres de cine ficción, comenzaron
identificando las distintas historias de las comunidades en donde los que
participaron tenían que hablar con sus familiares y preguntarles sobre la
comunidad y así crear un ambiente de comunicación familiar pero principalmente
se comunicarían con los abuelos.
Muchas de
las problemáticas que encontraban en estas comunidades es que los jóvenes que
vivían en comunidades de riesgo o zona rojas como se les conoce no podían
encontrar un empleo por residir en estas comunidades, también encontraban la
problemática que muchas adolescentes quedaban embarazadas a temprana edad y no
tienen tan buena comunicación con los padres por lo que encontraron en el la manera de transmitir los problemas que viven, reflexionen y
busquen soluciones.
Por su
parte, las “Mujeres Arcoiris”, compartieron la experiencia de como la
organización de mujeres de la que son parte encontró en la expresión artística
las herramientas para sanar, liberase de prácticas naturalizas de violencia de
género. Esto, por medio del teatro ancestral, la investigación, el trabajo de
sensibilización y la denuncia propositiva y así crear un arcoíris que
transforma el tejido social.
Desde Nicaragua Zanquistas
Fuego y Son compartieron sus divertidas dinámicas, diversos juegos y exploración
de la creatividad, la Asociación Para Las Artes Escénicas de El
Salvador aportó con su conocimiento fotográfico que busca ayudar a los jóvenes
a explorar y ver el mundo desde otro punto de vista, la Corporación
Cultural Nuestra Gente de Colombia hizo experimentar a los participantes
con su conocimiento teatral de incidencia.
Asimismo, Guatemala como país
anfitrión del Congreso nos abrió espacios que dieron la oportunidad de conocer
más de cerca su cultura desde técnicas teatrales exploradas desde la identidad
con Jorge Bac, pasando por un divertido y participativo taller de grabado
facilitado por la Escuela Frida Kalho, el Grupo Artis otro
colectivo guatemalteco mostró como producir sonoridades con nuestra creatividad
explorando materiales al alcance de nuestra mano, y por último un divertido y
agitado taller de Break Dance por Quetzal Crew que duró toda la tarde
y cautivó la atención en todo momento de sus participantes.